jueves, 11 de febrero de 2016

Mes del azúcar en Suralia. ¡Descubre la panela!


La panela, o azúcar de caña integral es el producto que se obtiene del zumo de la caña de azúcar prensada. Es 100% natural, rica en vitaminas y minerales y durante su proceso no se usa ningún aditivo químico, por lo que no queda ningún residuo químico o tóxico.
Actualmente, la panela es uno de los productos que tiene mayor aceptación y crecimiento, pues el consumidor evita la compra de azúcar blanca. Además, no hay que fiarse de algunos “azúcares morenos” que realmente son azúcares blancos refinados a los que se le pone melaza de caña para teñirlos. El color y grano de nuestra panela es el original que se obtiene simplemente por calentamiento del jugo de la caña de azúcar y evaporación del agua. Por eso unas veces sale un grano más fino y otras más grueso.
La panela se elabora en la Cooperativa Cumbres de Ingapi, en Ecuador. Está formada por 17 Socios agricultores. Cada socio es propietario de una pequeña plantación de caña de azúcar y de la maquinaria necesaria para la extracción de la panela (un pequeño molino, cubas de acero inoxidable y un horno para evaporar el jugo de la caña). Cada una de estas plantaciones es gestionada por la familia de la cooperativa, que además contrata mano de obra de la zona a la que le paga un salario justo, generando empleo y mejorando el nivel de vida de estas familias.
Antes de formar la cooperativa, los agricultores trabajaban de forma individual, ofreciendo la panela en bloques, sin envasar, que la compraban los intermediarios quienes imponían precios y pagos. Estos agricultores, cuando bajaban a la ciudad veían su panela con un precio multiplicado incluso por 10 veces más. Para mejorar el precio que les pagaban los intermediarios y, principalmente, eliminarlos, nació la cooperativa de comercio justo con el fin de trabajar de forma asociada, mejorar la calidad de la panela, sus cultivos y buscar nuevos mercados para evitar la dependencia de los intermediarios y mejorar el precio recibido por el trabajo.
Actualmente están implicadas más de 700 personas en la elaboración de la panela, beneficiándose de los precios más altos obtenidos gracias a los criterios del Comercio Justo. Además, con los beneficios, a parte de pagar un salario más alto a los trabajadores, se financia la escuela de la comunidad y se equipa y mantiene un centro sanitario para la Comunidad.
Gracias al apoyo de varias ONG se ha logrado obtener la certificación biológica de las fincas desde 1998, además de planes de mejora continua de la calidad del producto y la formación constante para los trabajadores.

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